Barcelona está "enladrillada..."
El título no tiene que ver con una gran construcción de vivienda social en Barcelona, francamente ya nos gustaría. En esta ocasión nos referimos a la movilidad y seguridad vial. La ciudad se ha convertido en un entorno hostil para los que quieren hacer uso de su movilidad en vehículo privado, de combustión o eléctrico, incluso para viajar o trabajar fuera de Barcelona y volver a sus casas.
Barcelona se ha ido asemejando a aquellos laberintos de los laboratorios, donde el científico observa a los pobres ratoncitos cerrándoles una salida tras otra para analizar sus comportamientos.
Aquí se cierran calles, se inventan señales de tráfico, se instalan obstáculos en la calzada, barreras New Jersey, cojines Berlineses, en definitiva se nos dificulta la movilidad.
Estos científicos que nos observan pensarán… ¿A ver cuánto aguantan?
¿Existen perjudicados?
Adela vive en Plaza España de Barcelona y tiene su trabajo en Sabadell, en el polígono Can Roquetas,
Trayecto de ida
Trayecto de vuelta
invierte cada día 1 hora entre ida y vuelta con su vehículo personal, y en transporte público tarda 3 horas y media al día. El uso de su vehículo le supone un ahorro de 627 horas por año que puede dedicar a su conciliación familiar u ocio. O lo que es lo mismo, 26 días más al año con sus seres queridos. Además, aprovecha para llevar y recoger a sus hijos del colegio.
Adela no es la única que necesita su vehículo…
Carles y Roser están jubilados y gozan de un buen estado de salud en cuanto a movilidad personal. La pareja trabajó muy duro y ahora solo desea viajar, pero su vehículo en perfecto estado pertenece al grupo de los "sin etiqueta medioambiental". Sus pensiones no dan para empeñarse en un vehículo nuevo, sus ingresos y su edad no entran dentro de los parámetros de endeudamiento de las entidades financieras, y tampoco poseen una vivienda con plaza de parking donde recargar un posible vehículo eléctrico. Solo quieren salir de Barcelona y volver a ella. ¿Tienen derecho a disfrutar de su ocio?.
Gran parte de la ciudadanía por su avanzada edad tiene una movilidad reducida, en concreto viven 349.178 personas de más de 65 años en Barcelona, decenas de miles mucho más longevas:
Muchas de ellas viven solas:
¿Estas personas tienen que permanecer en sus hogares debido a sus problemas de movilidad personal?
¿No tienen derecho a que sus familiares puedan facilitarles la movilidad con sus vehículos privados, para ir al médico o para ir a ver el mar o la montaña?
Actualmente en Barcelona existen un total de 811.673 vehículos, de ellos 154.492 tienen prohibido circular dentro de las ZBE (Zonas de Bajas Emisiones), en nuestro caso toda la ciudad en el espacio comprendido entre las rondas LITORAL y DE DALT, excepto algunas salvedades contempladas en la ordenanza municipal. Ello supone que la libertad en movilidad para estos vehículos y sus familias ocupantes es testimonial, aunque paradójicamente, son vehículos con la ITV en vigor, certificando su validez técnica para circular, además pagan un seguro de responsabilidad civil como mínimo, también un impuesto de tracción mecánica (por circular) y un impuesto por el CO2. Curiosamente vehículo que no circula no contamina, pero si paga. Existen además 219.105 que en breve seguramente correrán la misma suerte. (Etiqueta B)
¿Solo hay una posible Zona de Bajas Emisiones para Barcelona?
¿Realmente se busca luchar contra la contaminación?
¿Cuántas estaciones de medición medioambiental existen en Barcelona?
¿En Barcelona qué pasa con la contaminación generada por los aviones, los barcos, las fábricas, la TERSA, etc.?
¿Qué alternativas viables de energía limpia tenemos en la actualidad?
¿Se intenta inculcar a la ciudadanía un sentido de culpa por destruir el medio ambiente?
Existe ya nuevo equipo de Gobierno en Barcelona, esperemos que "...el desenladrillador que la desenladrille, buen desenladrillador será".
Suerte y aciertos piensen y en los más vulnerables.
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